Estas aguas termales son un lugar para descansar y relajarse en un hermoso entorno natural, cerca de la ciudad de Chiang Mai.
Además de las instalaciones de ocio y salud basadas en los manantiales calientes de agua sulfurada, una actividad curiosa y divertida aquí es cocer huevos en una de las piscinas.
Una buena oportunidad para mezclarse con los visitantes locales, que son muy aficionados a este tipo de ocio.
Localizado en plena naturaleza, a 36 km de Chiang Mai, el complejo de aguas termales de Sankhampaeng ofrece la posibilidad de pasar desde unas horas hasta unos días, aprovechando las propiedades medicinales de sus manantiales.
Entre las actividades más divertidas de este lugar está la de comprar pequeñas cestas con huevos para cocer en sus fuentes, una forma de beneficiarse de los minerales que absorben de las aguas sulfuradas a través de las cáscaras. Estas brotan desde el subsuelo a más de 100 grados centígrados de temperatura.
Los huevos tienen un significado simbólico para este pueblo, se comparten en algunos rituales de matrimonio, se chafan contra el suelo en antiguas ceremonias funerarias y representan la vida por sus notables cualidades nutritivas.
Las aguas termales, muy frecuentes en la geografía tailandesa, son un destino habitual para los turistas locales y también para los que proceden de los países del entorno asiático más próximo, como ocurre con los chinos y coreanos.
Áreas de ocio para pasar una tarde de picnic o incluso quedarse varios días en un spa.
Quizá os resulte atractiva la idea de utilizar parte de tu tiempo en un lugar de recreo muy agradable y tranquilo, descansando entre templo y templo.